NUNCA EXISTIÓ LA CUARTA Y JAMAS EXISTIRÁ UNA SEXTA
Desde el día en que Hugo Rafael Chávez Frías, el más grande traidor a la patria que ha existido en Venezuela desde julio de 1811 cuando fue fundada como república, hasta la fecha, apareció ante la opinión pública nacional e internacional; su verbo traidor, mentiroso y manipulador, dirigido desde La Habana, lanzo a los cuatro vientos la frase “Cuarta República”, en la que metió, como si se tratase de una bolsa de basura, todas las maldades, vicios y perversiones ocurridas durante el ensayo de estado democrático que se inicio a partir de enero de 1958 hasta su aparición en la escena pública. Todo lo bueno que ocurrió durante ese periodo de tiempo, que fueron muchas cosas, fue desechado, seleccionándose cuidadosamente solo lo malo. También comenzó a usar la frase “Quinta República” en la que metió todos nuestros ideales nacionalistas, todas nuestras aspiraciones como ciudadanos de una república joven y todos nuestros sueños de libertad, democracia, justicia y prosperidad económica. Se autoproclamó como “El único” capaz de construir esa republica soñada y de inmediato su lengua miserable, prejuiciada y venenosa comenzó a bombardear al país metiendo toda la peste que podía en la “bolsa” de la “Cuarta República” y todo lo bueno, sublime y maravilloso en la de la inexistente y etérea “Quinta República”.
Para mi sorpresa, todos comenzaron a repetir de inmediato, como loros, tales frases, y el que no las repetía simplemente callaba, nadie las rechazo, nadie trato ni de corregir el error, ni de exponer la manipulación. Y cuando digo “todos” y “nadie” no me refiero en forma específica a un individuo, al ciudadano común, a la clase media o a la inmensa masa de la población que por su ignorancia, producto de la precariedad de sus condiciones básicas de vida, es perfectamente manipulable; me estoy refiriendo a quienes tenían la obligación de hacerlo, a autoridades de todo tipo y nivel, a personajes del mundo académico (universidades) e intelectual en general; me refiero a escritores, comentaristas, columnistas de prensa, presentadores, animadores, locutores y conductores de programas de radio y televisión. Al decir “todos” y “nadie” me refiero a periódicos, revistas, canales de televisión, estaciones de radio, instituciones, gremios, partidos políticos, organizaciones, academias etc., y en especial, a la academia nacional de la historia. Todos quienes tenían la obligación de hacerlo, no actuaron con la unidad, firmeza y contundencia requerida; fueron timoratos y callaron, o se desataron a repetir la frase como loros porque… “era la novedad”, sin darse cuenta que estaban siendo usados como peones dentro de un inmenso tablero de ajedrez por intereses ajenos a los de los venezolanos, sin percatarse de que estaban facilitando el desarrollo de planes elaborados en La Habana y aplicados al pie de la letra, paso a paso, por Hugo Rafael Chávez Frías y sus cómplices, en los cuales se explotaban todas nuestras vulnerabilidades como lo es por ejemplo los errores de quienes han escrito nuestra historia, así como el desconocimiento y la poca importancia que a su estudio le da la mayoría de los venezolanos; vulnerabilidad esta que deja el camino libre a la manipulación marxista de nuestra historia por parte del estado terrorista y narcotraficante cubano, nuestro mortal enemigo, y quienes le sirven fielmente, con la finalidad de distorsionarla para que sea un instrumento útil a sus intereses.
Quienes han escrito la historia de Venezuela, influenciados por los acontecimientos políticos y sociales de la Francia de los siglos XVIII y XIX, entusiasmados por sus novísimos conceptos, trataron de adaptarlos a nuestra historia dividiéndola en repúblicas, tal vez para satisfacer caprichos e intereses particulares, cuando la verdad es que en nuestra patria solo hemos tenido y aún tenemos vigente una sola república libre, democrática e independiente. No se podía comparar la historia francesa con la de Venezuela pero lo hicieron. Al revisar cuidadosamente la historia de Francia, vemos que si se puede dividir en esa forma puesto que la estructura del estado fue borrada y sustituida por una totalmente diferente en varias ocasiones. En 1792 fue destruida definitivamente la monarquía absolutista con la ejecución del Rey Luis XVI y reemplazada por la primera republica francesa en la que se cambio la estructura del estado en su totalidad (Constitución y leyes), que termina con la ejecución de Robespierre en 1794. En 1795 la estructura del estado es cambiada nuevamente por una conocida históricamente como “El Directorio”, luego vino “El Consulado” (1799-1804), luego “El Imperio” que termino en 1815 con la abdicación de Napoleón Bonaparte, y así sucesivamente una serie de estados diferentes, con actas de fundación diferentes, hasta el 5 de octubre de 1958 en que se creó “La Quinta República Francesa” vigente hoy en día. En todos se cambio la estructura del estado diametralmente, las constituciones y sus leyes y hasta la estructura de la sociedad.
Pero aquí no ha sucedido eso, en Venezuela desde 1811 hasta la fecha hemos tenido solamente periodos históricos diferentes marcados por los eventos sociales y políticos del momento que han generado tanto gobiernos de corte democrático como dictaduras, inscritos todos dentro de un mismo estado que ha prevalecido desde su fundación hasta la fecha. Aquí no ha existido, existe ni existirá otra república diferente a la que fue fundada en julio de 1811 por el Generalísimo de Mar y Tierra Don Francisco de Miranda, Simón Bolívar y todos nuestros libertadores, cuya acta firmada por ellos mismos es preservada en un libro que se encuentra colocado en un arca en el salón elíptico del Congreso de la República, al que los traidores venezolanos que actualmente detentan el poder, en su afán de copiarse el modelo político del estado terrorista y narcotraficante cubano, al que sirven fielmente, le cambiaron el nombre por el de asamblea nacional. A esa acta de independencia, a esa republica plasmada en ese documento firmado en 1811 es a la que en julio de cada año rendimos y rendiremos homenaje, esa es la única republica que hemos tenido, tenemos y que debemos defender a todo trance, cueste lo que cueste, aún si es necesario poner en riesgo nuestras vidas y hacer uso de las armas para preservarla de sus enemigos tanto externos como internos, hoy en día representados por el estado terrorista y narcotraficante cubano y quienes le sirven con lealtad canina en Venezuela, encabezados por Hugo Rafael Chávez Frías, procónsul cubano dentro del territorio venezolano, que están destruyendo progresivamente a nuestra república para construir sobre sus cenizas una republiqueta marxista, un estado terrorista y narcotraficante similar al cubano, pero que no han podido lograrlo todavía, y Dios mediante nunca lo lograrán, ya que es imposible que estos viles y miserables traidores, y sus amos cubanos, puedan destruir fácilmente algo que fue construido en el nombre de Dios Todopoderoso hace 200 años, y con tanto sacrificio y heroísmo de personas a las cuales no les llegan ni a la altura de la suela de sus zapatos.
Esta gente pretende hacernos creer que esta época de terror y oscuridad que estamos viviendo actualmente en Venezuela, es una “Quinta república”, una nueva republica, socialista, marxista o comunista cuyo padre es el genocida Fidel Castro, a quien rinden adoración al punto de llamarlo ¡PADRE NUESTRO FIDEL!... y eso no es cierto. Aquí solo ha existido, existe y existirá la República libre, democrática e independiente, fundada en 1811 por Francisco de Miranda, Simón Bolívar y todos nuestros libertadores, que nosotros debemos defender de sus enemigos, aún con riesgo de nuestra propia vida si es necesario, porque aunque las dificultades y la traición aparentemente estén triunfando y avanzando, nuestra republica no existe solamente sobre el papel, como la republiqueta socialista que ellos pretenden imponernos mediante decretos y leyes comunistas inconstitucionales y violatorias de los derechos humanos universales, nuestra republica fundada en 1811 está inscrita en nuestra sangre, por eso jamás podrán destruirla. Ella vivirá mientras nosotros vivamos, ella es la única REPÚBLICA que vive en nuestros corazones venezolanos, porque no es otra cosa que ¡NUESTRA PATRIA!... ese pestilente proyecto de estado marxista que estos miserables traidores pretenden construir sobre las cenizas de nuestra patria debe ser destruido; el estado terrorista y narcotraficante cubano, enemigo mortal de Venezuela, debe ser derrotado, expulsado de Venezuela, destruido, su pueblo esclavo liberado; y los traidores venezolanos que le sirven castigados con la más terrible severidad que permitan las leyes vigentes.
No existe eso que llaman quinta república, tampoco ha existido una cuarta, y jamás existirá una sexta, solo existe y existirá la republica fundada por nuestros libertadores en 1811 que prevalecerá sobre sus enemigos y los destruirá para poder permanecer en el tiempo… Que ningún venezolano de valor sienta miedo de proclamar esa verdad.
Ángel Vivas
¡MUERA LA TIRANÍA VIVA LA LIBERTAD!
GENERALÍSIMO DE MAR Y TIERRA DON FRANCISCO DE MIRANDA
2 DE FEBRERO DE 1806
DDLEEUQOM